A veces llega la tristeza. Trae
las alas suaves de conformidades,
los ojos bajos y la piel desnuda,
y parece tan fácil entregarse,
despojarse, poner bajo sus plantas
el reino, los poderes y las armas,
el amor sobre todo, y esos últimos
retales que nos quedan de alegría.
A veces gana la tristeza; entonces,
qué lujo de matices su victoria,
qué fasto de sus grises y sus pardos
ocupándolo todo.
Buenos días,
-he de decir-, tristeza, aquí me tienes.
las alas suaves de conformidades,
los ojos bajos y la piel desnuda,
y parece tan fácil entregarse,
despojarse, poner bajo sus plantas
el reino, los poderes y las armas,
el amor sobre todo, y esos últimos
retales que nos quedan de alegría.
A veces gana la tristeza; entonces,
qué lujo de matices su victoria,
qué fasto de sus grises y sus pardos
ocupándolo todo.
Buenos días,
-he de decir-, tristeza, aquí me tienes.
Josefa Parra
¡Oh! De repente pasas de una canción optimista a un poema sobre la tristeza.
ResponderEliminarSi todo empieza
y todo tiene un final,
hay que pensar que la tristeza
también
se va, se va,
se fue.
Buen poema y un dibujo muy guapo.Saludos Daniel.
ResponderEliminarhola, gracias por la visita y tu comentario. también me gusta el poema y el dibujo, en realidad he pasado un buen rato paseando por tu blog así qeu volveré por aquí.
ResponderEliminartres tristes tigres...
ResponderEliminar¿a qué viene tanta melancolía?
¿será por el final de las vacaciones?
Me ha gustado el dibujo, pero mucho más tus fotografías sobre el té.
Un saludo