No he visto un azul tan azul
como el de aquella mirada.
No he visto noche tan llena de anhelo,
de curiosidad y miedo.
¿Quién era? ¿Cómo seria?
¿Qué quería? ¿Cuándo y cómo?
Tras sus pasos, tras su estela a cada movimiento,
tras su olor, buscando sus ojos, ese azul del mar,
ese azul tristeza, ese azul melódico.
El tambor de mi corazón latía fuerte,
y dolía cada vez más, el deseo irremediable,
en aquella oscuridad en la que se hallaba.
Hombre, de mí que harás,
enloquecer mi juicio, trastornar mis dedos de la frente,
perder y buscar el Norte, no saber por qué estoy aquí.
Pero ¿quién era él? ¿De donde había salido?
¿Qué quería yo? ¿Cuándo y cómo?
Demasiadas ganas de volar contigo,
demasiadas preguntas para un miércoles.
Virginia F.
Uf, vaya interrogatorio... Dame tiempo y un billete de tren y te paso todas las respuestas flotando en el aire...
ResponderEliminarDemasiadas preguntas para un corazón volador, preso de un sentimiento conocido y no identificado. Tanto si decides zambullirte en ese cielo azul, como si te dejas ahogar en el mar cobalto de la duda, tu corazón ahora, latiendo, te dice que está valiendo la pena. Eso creo.
ResponderEliminartu y las palabras me contagiásteis las ganas de volar en mi noche de jueves...
ResponderEliminarLo importante es el color.....Azul....
ResponderEliminarBuen fin de semana.
el azul preside todo el poema, todas tus palabras, tu manera tan acojonante de sentir...
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