10/10/12

"La vida no para, no espera, no avisa."
Jorge Drexler





Es tiempo de depresiones, de sentirse inútil y desamparado, solo e insignificante. Cada día puedo sentir un poquito de todo eso. No hay ganas de nada más que de echarse a llorar. 

Aunque no todos los días son así.

Tengo tanto tiempo libre y algunas horas de soledad al día que me dan para pensar demasiado. Después de un año y medio viviendo aquí me replanteo varias cosas; que es muy difícil hacer amistades, que no hay trabajo si no es por enchufe y que el aire que se respira es mucho más limpio, entre otras cosas.

Pienso mucho en los que un día fueron amigos. Y me pregunto por qué. Por qué se terminó la amistad. ¿Distanciamiento, personalidades opuestas, gustos diferentes, ideologías contrarias? Puede ser, pero no del todo. Puedes perder a un amigo porque su nueva conducta de vida no encuadre con la tuya y se te vayan quitando las ganas de quedar, aunque ahora lo pienso y qué tontería. 

Mucha gente espera que vayas detrás de ellos cuando ellos quizás no vayan tan detrás de ti. Siempre he opinado que tener pareja no conlleva a dejar de lado a los amigos, tengan estos pareja a su vez o no la tengan. Lo que pasa que los hay que no son de tener novio y reprochan a los que sí.

Los hay que posiblemente se encuentren coaccionados por sus parejas, y tengan de alguna manera prohibido comunicarse con algún amigo en particular. Celos, envidia, rabia.. a saber. Lo que sé es que hay que ser gilipollas para dejarse dominar así.

Por unas o por otras, algunas personas ya no forman parte de mi vida. Es una pena. Se que siempre los llevaré en mi corazón y que nunca me porté mal con ellos. Recordaré con cariño cada uno de los buenos momentos que vivimos y asumiré lo que venga. Cada uno es como es y hay que respetarlo, pese a que con ello una parte de mi se quiebre para siempre.