
Ahora como un ángel apareces
y me rodeas sin decirme nada.
Ángel que yo cuidara tantas veces
sin saberlo, callada.
En todo lo que miro permaneces
como el aire feliz de la mirada.
Me parezco a tu ausencia y te pareces
a mí resucitada.
Porque viniste cuando me moría
a devolverme a vivas caridades;
porque mi noche muda se hizo día
por gracia de tu voz iluminada,
en esta eternidad con que me invades
yo que no era, soy tu enamorada.
Maria Elena Walsh
Eterna María Elena...
ResponderEliminarNo creo que sea un mensaje para ocultarlo ;)
ResponderEliminarUn ángel es una explosión de luz.
ResponderEliminarUn gran saludo.
hola!! Que pasada de blogs que tienes, he visto los tres y la verdad que me han encantado, eres una artista genial! Oye te sigo pero ya! =) un saludo, y me iré pasando!!
ResponderEliminar"Con qué rayo de luz me iluminaste
ResponderEliminarsi yo estaba tan bien, muerta de miedo.
Por qué no me dejaste adormecida.
Y me indicaste el mar ¿dónde navego?"
Aplausos para este soneto para descubrir, y paladear, renglón a renglón.